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Arnolditis

Dr. Juan Francisco Lasso - Neurocirujano

¿Qué es?

Son dolores intensos, paroxísticos de aparición y desaparición súbita “como un corrientazo”, que se combinan con dolores sostenidos en el territorio del cuerpo que le pertenece al nervio afectado, los cuales se manifiestan todo el día -desde la mañana, al despertar, hasta la noche- y por varios días sucesivos.

En el caso de la Arnolditis, se trata de un dolor de las características anotadas, que se distribuye en la mitad de la cabeza desde la nuca, pasando por detrás del oído hasta la frente. Se confunde fácilmente con migrañas y, de hecho, muchas personas llegan a ensayar tratamientos para la migraña con resultados parciales.

¿Cómo se produce?

Se produce cuando diferentes o múltiples agentes como el trauma, la compresión muscular por tensión, la hipoglicemia o lesiones cervicales lastiman el nervio que presentará en consecuencia áreas de demielinización y trastornos de conducción nerviosa y fenómenos de neuroplasticidad que devendrá en dolor de tipo neuropático (ver en apartado correspondiente a dolor neuropático).

¿Cómo se manifiesta?

Se manifiesta con dolor en la mitad de la cabeza desde la nuca, pasando por detrás del oído hasta la frente, muy parecido a las migrañas con las que muchas veces se lo confunde. Los pacientes refieren que despiertan con este dolor y les persigue todo el día, a veces agravado por paroxismos referidos como “corrientazos”; existe sensación de pesadez en la nuca, algunos no toleran el paso del cepillo al peinarse o la sensación de la almohada al dormir sobre ese lado.

Existen dolores parecidos a otros nervios de la cabeza como la neuralgia del nervio Glosofaríngeo, que siguen el trayecto del nervio específico comprometido.

¿Cómo se diagnostica?

Su diagnóstico requiere de tres parámetros: 1) el diagnóstico clínico, 2) el diagnóstico neurofisiológico, y 3) el diagnóstico de imagen.

El diagnóstico clínico se basa en la correcta interpretación de los síntomas y los signos que el paciente informa al médico y constituye el 80% del diagnóstico, los cuales han sido ya descritos en el título anterior.

El diagnóstico neurofisiológico es la comprobación de los síntomas y los signos observados durante el diagnóstico clínico mediante exámenes, como la electromiografía y la velocidad de conducción, que nos permiten observar si hay o no lesiones de los nervios y cuál es su magnitud, a través de gráficos y medidas matemáticas precisas que virtualmente nos permiten ver los nervios.

Finalmente están los estudios de imagen, como la resonancia magnética y la tomografía, que nos permiten obtener una imagen anatómica de las lesiones; sin embargo estas imágenes no son la última palabra y adquieren importancia solo al correlacionarlas con los hallazgos clínicos y electromiográficos (además de otras pruebas neurofisiológicas).

En determinadas enfermedades como la hipoglicemia, la artritis, la artrosis y colagenopatías pueden estar indicadas otras pruebas de laboratorio clínico a través de exámenes de sangre.

¿Tiene cura?

Habitualmente sí; al controlar el factor que está lesionando al nervio, éste puede cicatrizar lentamente, en promedio de 3 a 6 meses; sin embargo, si no es posible controlar la causa de la lesión del nervio (por ej. lesiones de columna espinal, artrosis), ésta puede tornarse permanente y susceptible solo de tratamiento con analgesia.

¿Cómo se trata?

Al considerarse a la Arnolditis como un dolor neuropático, debe ser tratado como tal. En este contexto, los analgésicos comunes no son de mucha utilidad, pues actúan en la unión de la terminal del nervio con el órgano que podría producir dolor (piel, huesos, músculos, etc.).  El hecho es que el dolor neuropático se genera en este caso en el trayecto del nervio donde ese tipo de analgésicos no tienen acción y se requiere de otro tipo de fármacos como son los neuromoduladores  y los analgésicos de acción central; en estos grupos se encuentran sustancias como la oxcarbacepina, la pregabalina, carbamazepina, los analgésicos opioides, tramadol, algunos antidepresivos como la amitriptilina, la venlafaxina y algunos analgésicos locales como la lidocaína.

Estos medicamentos actúan modulando la transmisión de dolor a través del nervio y los centros de procesamiento del dolor en la médula espinal y el tálamo cerebral y actúan estimulando los sistemas propios del organismo para control del dolor, generados fundamentalmente desde el hipotálamo, el tallo cerebral y la médula espinal.

Estos medicamentos son muy efectivos; sin embargo, al inicio, pueden producir efectos colaterales como somnolencia, náusea y vómito, que deben ser controlados con fármacos coadyuvantes y titulación progresiva de la medicación.

El tratamiento de la neuralgia occipital consiste en bloqueo nervioso con anestésico local y corticoide combinado con la administración de antiinflamatorios no esteroideos, relajante muscular, antidepresivos tricíclicos y fisioterapia.

¿Qué riesgos tiene?

La lesión del nervio de Arnold no implica riesgo vital ni motor, sin embargo el impacto del dolor en la calidad de vida puede ser importante, generando en forma mediata o tardía restricción de actividades, irritabilidad y cambios afectivos inherentes al dolor crónico.

Técnica Quirúrgica

La más común es el bloqueo del nervio mediante un agente anestésico con corticoide local en el punto de Arnold, localizado por dentro de la apófisis mastoides del temporal.

Existe la posibilidad de la sección quirúrgica del nervio o la colocación de neuroestimuladores que se realizan muy esporádicamente y son muy costosas.

 

MITOS

REALIDADES

 

Todo dolor a un solo lado de la cabeza es por tensión

 

 

 

 

 

La acumulación de estrés o tensión de los músculos del cuello cara y cuero cabelludo se manifiesta con dolor opresor en toda la cabeza o solamente en la mitad y el cuello.

 

El dolor a un solo lado de la cabeza siempre es una migraña

 

 

 

La migraña se produce por dilatación de los vasos sanguíneos, no es solo un dolor pulsátil y agudo, se acompaña de náuseas, vómito, sensibilidad a la luz y el ruido.

La Arnolditis y neuralgia del trigémino se caracteriza por un dolor agudo y muy fuerte que sigue el camino del nervio afectado, el trigémino inerva la frente, ojos y mandíbula. El nervio de Arnold inerva la nuca, cuero cabelludo y los músculos del occipital; los síntomas casi siempre se vuelven crónicos.