Durante el desarrollo de la medicina y sobre todo de los procedimientos quirúrgicos en la historia, los médicos siempre miraron con cuidado a la columna vertebral.
Primeros datos en la historia de lesiones y cirugías de columna
En los primeros tres siglos después de Cristo existen varios escritos en los que se empieza a describir lesiones de columna vertebral y de médula espinal. En ese entonces ya se los comenzaba a relacionar con parálisis de los brazos o piernas, pérdida de control de esfínteres e incluso, a los traumas cervicales, con muerte súbita. Sin embargo, en esas épocas indicaban que cuando ocurrían estos eventos no había nada que hacer.
No es sino hasta la segunda mitad del siglo XVI que se tienen datos de las primeras incisiones quirúrgicas de columna. En 1549 el famoso cirujano del ejército francés, Ambrosio Paré, reportó intervenciones para descomprimir la médula y raíces nerviosas por fracturas vertebrales. En los años y siglos siguientes los cirujanos siguieron reportando técnicas quirúrgicas para diversas lesiones de la columna en la que los pacientes después de los procedimientos recobraban algo de movilidad.
La cirugía abierta de columna
Es así que llegamos al siglo XX con la cirugía abierta de columna, que permitió el tratamiento de diversas lesiones de columna como hernias de disco y otras. Por su complejidad y por la vulnerabilidad de los tejidos que atravesaba, se convirtió en una de las cirugías que mayor preocupación presentaba en los pacientes. Su recuperación era larga, con varios días en cama, sin poder caminar y con el riesgo de que algún nervio sufra un daño, lo cual podía devenir en parálisis de los miembros inferiores o superiores.
Nuevas técnicas: cirugía mínimamente invasiva de columna
Probablemente Ambrosio Paré quedaría fascinado con las nuevas técnicas de cirugía mínimamente invasiva de columna.
Durante los últimos 20 años, la evolución de la medicina y sobretodo de la cirugía fue enorme. Entre el desarrollo de nuevas tecnologías, el conocimiento cada vez mayor del cuerpo humano y la aparición de nuevas técnicas quirúrgicas, se puede decir que la cirugía de columna dio un vuelco de 180 grados.
Con la cirugía mínimamente invasiva de columna se hacen pequeñas incisiones de 2.5 hasta 1 centímetro, se inserta un canal con fibra óptica y de esa manera se realiza la cirugía, amplificando todo el escenario en una pantalla LCD y permite al cirujano tener una visión de 360º.
Estos procedimientos minimizan la manipulación de tejidos; consecuentemente se mejoran los resultados clínicos y el tiempo de recuperación frente a los que se obtienen con la cirugía abierta convencional
Lo que hay que tener en cuenta es que la columna vertebral es una estructura que depende de músculos y ligamentos para su estabilidad y su correcto funcionamiento. En este sentido, al realizar la cirugía minimamente invasiva se protejen estos tejidos, el postoperatorio es mucho menos doloroso, la recuperación es más rápida y la reincorporación a las actividades habituales se logra antes.
Diferencias entre la cirugía abierta y la mínimamente invasiva de columna
En primer lugar las incisiones son mucho más pequeñas, en la cirugía abierta se realizaban incisiones de hasta 10 cm, mientras que en la cirugía mínimamente invasiva estas no superan los 2.5 centímetros. Esto no solo representa menor incomodidad y dolor para el paciente, así como una cicatrización más rápida, sino también un menor riesgo de infección de la herida.
En segundo lugar, la alteración anatómica en la cirugía mínimamente invasiva como su nombre los indica es mínima. Esto quiere decir, como habíamos mencionado, que el daño a otros tejidos aledaños como las masas musculares y sobretodo los nervios es mínimo. Mientras que en la cirugía abierta convencional, para llegar a la columna si es necesario atravesar quirúrgicamente de manera extensa varios tejidos, como capas de piel y músculos, lo cual aumenta su riesgo y hace que la recuperación sea más prolongada.
Las dos características antes descritas hacen que la recuperación de la cirugía mínimamente invasiva sea notablemente más rápida, permitiendo al paciente salir del hospital en 24 horas, en promedio, y una reincorporación casi inmediata a sus actividades habituales.
Además, gracias a la tecnología de avanzada que se utiliza en la cirugía mínimamente invasiva, como el neuroendoscopio, los neurocirujanos obtenemos una visión amplificada del campo quirúrgico, de los tejidos y de los nervios, sin necesidad de exponer amplias superficies. Esto nos permite trabajar con mayor precisión, minimizando aún más los riesgos. En adición a esto, se puede utilizar el monitoreo transoperatorio que permite conocer si nos estamos acercando demasiado a un nervio y corregir el curso de manera que la cirugía mínimamente invasiva de columna se vuelve aún más segura.
Para el caso de la estenosis espinal y otras lesiones de la columna, que le causen inestabilidad, además del neuroendoscopio y el monitoreo neurofisiológico tenemos al neuronavegador que permite, cuando el caso así lo requiere, colocar tornillos de fijación en el hueso, en las vértebras, a través de trayectos seguros y precisos guiados por la tecnología de neuro navegación. Esto se hace con pequeñas incisiones en la piel (tornillos percutáneos) que también reemplazan las grandes incisiones que hemos mencionado.
En definitiva, hemos recorrido como humanidad un largo camino desde descubrir las lesiones de la columna vertebral, la gravedad que conllevan, y su tratamiento que ha evolucionado hasta presentarnos hoy la alternativa de la cirugía mínimamente invasiva de columna. Un procedimiento que minimiza los riesgos, el dolor, la incomodidad, los tiempos de cuidado postoperatorio y ofrece a los pacientes la posibilidad de recuperar su calidad de vida casi de inmediato.
Vivir mejor es posible y tener una lesión de columna, como las hernias o la estenosis espinal, no son sentencias que impliquen una vida de dolor y limitaciones.
Puede ampliar la información en el siguiente video:
También puede encontrar una explicación de la cirugía neuroendoscópica en este video de YouTube:
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Créditos
Redacción: María José Lasso – Periodista.
Dirección: Dr. Juan Francisco Lasso – Neurocirujano.
Artes visuales: REACT – Estudio creativo ( Ver más AQUÍ).
