fbpx
Previa Cita 0997626024 / 0999463357 pacientes@dr-lasso.net / juanfrancisco@dr-lasso.com

¿Sabías que en la antigüedad se conocía a la Neuralgia del Trigémino (NT) como “el dolor de suicidio”? Es un dolor muy intenso, uno de los más intensos que se conoce. Incluso hace algunas décadas se consideraba imposible de controlar y las personas pensaban en quitarse la vida al no poderlo soportar. Afortunadamente, hoy existe para la mayor parte de casos la cirugía descompresiva del nervio para curar la neuralgia del trigémino.

Además, a pesar de no ser un dolor común, sí es más frecuente de lo que se piensa: lo sufren 7 de cada 100 personas y en su mayoría son mujeres de más de 50 años.

Una neuralgia es precisamente el dolor de un nervio, en este caso el trigémino, que se llama así (tri) porque se divide en 3 ramificaciones: oftálmica, maxilar y mandibular. Cada una se encarga de una zona específica del rostro y juntas abarcan toda la cara.

Existe un nervio a cada lado del rostro (izquierdo y derecho). Por lo que normalmente la neuralgia del trigémino se presenta en un lado de la cara. Además, este nervio participa en funciones como la producción de lágrimas, de saliva y en la percepción del gusto, a través de la lengua.

Es por ello que quienes sufren de la Neuralgia del Trigémino generalmente pueden experimentar, además del dolor, síntomas como lagrimeo, salivación o no sentir el sabor de la comida. Quienes desarrollan dolor crónico, pueden presentar un dolor sordo permanente entre cada episodio. En casos más severos, se ha visto limitación para masticar o inclusive para hablar.

Es un dolor que, por lo general, se presenta como ráfagas o corrientazos, que pueden durar segundos o minutos. Sin embargo, en casos crónicos estas ráfagas pueden presentarse hasta 40 veces al día, ocasionado realmente una afectación fuerte a la calidad de vida de quien lo sufre.

La neuralgia del trigémino es uno de los dolores neuropáticos más comunes, estos dolores son los que siguen el trayecto del nervio.

¿Por qué se produce la Neuralgia del Trigémino?

Con respecto a las causas de la Neuralgia del Trigémino, estas pueden ser primarias o secundarias. En orden de frecuencia, estas serían:

Idiopático: En la mayoría de los casos (aproximadamente en el 75%) de neuralgia del trigémino no tienen una causa identificable, por lo que se clasifican como idiopáticos (Obermann & Katsarava, 2019).

Compresión neurovascular: Es la causa identificable más común de neuralgia del trigémino y representa alrededor del 25 % de los casos. Ocurre cuando un vaso sanguíneo comprime la raíz del nervio trigémino dentro del cráneo. Esto lesiona al nervio y produce, con cada latido de la arteria, las descargas típicas de este dolor. (Maarbjerg & Di Stefano, 2019).

Esclerosis múltiple: La desmielinización del nervio trigémino debido a la esclerosis múltiple puede generar un área de descargas anormales en el nervio.  La esclerosis múltiple es una enfermedad que produce desmielinización segmentaria en varias partes del sistema nervioso y ocasiona del 1 al 5% de los casos de neuralgia del trigémino (Katusic et al., 1990).

Tumores: los tumores, especialmente los meningiomas o los Schwanomas, pueden causar compresión y daño al nervio, lo que resulta en neuralgia del trigémino. Producen del 1 al 5% de los casos de neuralgia del trigémino (Love & Coakham, 2001).

Trauma: un traumatismo facial o una lesión en la región de la cabeza y el cuello podrían dañar el nervio trigémino y generar una neuralgia de este nervio. El trauma representa menos del 1% de las neuralgia del trigémino (Katusic et al., 1990).

Infecciones: El herpes zoster o la sífilis, entre otras infecciones, pueden dañar el nervio trigémino y causar neuralgia del trigémino. Al igual que el trauma, representan menos del 1% de los casos de neuralgia del trigémino (Maarbjerg & Di Stefano, 2019).

Procedimientos dentales: Contrariamente al concepto popular, los procedimientos dentales producen menos del 1% de los casos de neuralgia del trigémino. Ocurren al manipular los dientes o las encías pueden irritar o dañar el nervio trigémino,  (Maarbjerg & Di Stefano, 2019).

Trastornos autoinmunes: Algunas enfermedades sistémicas y  trastornos autoinmunes, como el lupus eritematoso o la sarcoidosis, pueden lesionar al nervio trigémino y causar neuralgia del trigémino. Su incidencia es baja, por lo que representan menos del 1% de los casos de neuralgia del trigémino (Maarbjerg & Di Stefano, 2019).

Inducida por fármacos: En determinadas ocasiones con el uso de fármacos como los anticonvulsivos o los antipsicóticos, la neuralgia del trigémino puede ser uno de sus efectos secundarios. Esta posibilidad representa menos del 1 % de los casos de neuralgia del trigémino (Maarbjerg & Di Stefano, 2019).

Cuando la causa es alguna de las señaladas, lo más seguro es que al resolver la afección que está causando la neuralgia del trigémino, se resuelva también esta patología.

¿Cuáles son las alternativas de tratamiento?

Con respecto a su tratamiento, hoy existen alternativas para controlar este dolor con terapia farmacológica multimodal, pero esta solo es paliativa. Al ser un dolor neuropático se usan otro tipo de fármacos diferentes a los analgésicos comunes, como son los neuromoduladores y los analgésicos de acción central.

Sin embargo, esto puede producir efectos colaterales como náusea, vómito o somnolencia. Se suele prescribir otros medicamentos para controlar estos efectos. También, se hace una titulación progresiva de la medicación, es decir, que se empieza con dosis bajas y se sube de a poco hasta llegar a la dosis necesaria. A pesar de ello, en algún punto es necesario pasar a otro curso de tratamiento, debido a las molestias que generan estos medicamentos.

Además, el 70% de los pacientes experimentan disminución del dolor en las primeras semanas de tratamiento farmacológico, pero con el tiempo la eficacia de los medicamentos disminuye.

Otra alternativa es la inyección de toxina botulínica o Bótox. Si bien ayuda a disminuir el dolor y la frecuencia de los episodios, a la larga puede generar atrofia y deformación del rostro. Además, no deja de ser, al igual que el tratamiento farmacológico, una solución solo paliativa.

Es por esto que aproximadamente el 50% de los pacientes con neuralgia del trigémino terminan requiriendo una intervención quirúrgica para controlar el dolor.

Afortunadamente, hoy con la neurocirugía avanzada y mínimamente invasiva como es el caso de la cirugía de descompresión microvascular, es posible no solo controlar el dolor, sino que es la única alternativa curativa para esta afección. De hecho, la cirugía de descompresión microvascular, es actualmente el gold standard, es decir, la mejor opción para resolver la neuralgia del trigémino.

Ma, L. et all (2019). Mediante un metanálisis encontraron que la descompresión neurovascular tiene una tasa más alta de alivio del dolor y una tasa de recurrencia más baja que la radiocirugía estereotáctica, y otras terapias para el tratamiento para la neuralgia del trigémino.

Esta técnica quirúrgica consiste en separar el nervio de las estructuras vasculares vecinas, mediante microcirugía asistida por neuronavegación y neuroendoscopía. Ha demostrado ser la técnica más efectiva para el control del dolor a largo plazo.

Se realiza a través de pequeños accesos desde la parte posterior del cráneo, de aproximadamente 2,5 cm. Después, con el neuroendoscopio se navega por las cavidades propias del cráneo, que son como corredores acuosos entre el cerebro y el hueso. Esto evita el daño colateral sobre las estructuras cerebrales y los otros nervios craneales alojados en la zona.

Finalmente, se accede a la arteria que está comprimiendo al nervio, se la mueve delicadamente a una nueva posición y se colocan parches de teflón para mantener separada la arteria del nervio. Con esto queda resuelto el dolor. En este procedimiento el neuronavegador nos guía de manera precisa hasta el punto donde está el nervio, que está muy profundo en el cráneo, casi en la línea media, al centro del cerebro.

Una vez ahí, usamos el neuroendoscopio para obtener una visión amplia de una zona tan pequeña, lo que hace posible esta intervención. Además, durante todo el  procedimiento, se realiza el monitoreo neurofisiológico transoperatorio. Este nos alerta si es que accidentalmente topamos o estamos en riesgo de lesionar alguna de las estructuras nerviosas en la zona. En el video a continuación explicamos mejor esta cirugía:

Así, esta tecnología combinada con las nuevas técnicas neuroquirúrgicas permite resolver la neuralgia del trigémino.

El compositor ruso Rachmaninov y su neuralgia del trigémino

El ruso Sergei Rachmaninov, último de los compositores románticos, sufría de fuertes dolores ocasionados por su neuralgia del trigémino. Debido a ellos tuvo que abandonar casi por completo la creación de obras musicales. Las molestias eran tan fuertes que le impedían componer, pero, contradictoriamente, le impulsaban a realizar conciertos. Esto porque cuando estaba en escena estos dolores se aliviaban.

“Mi salud está así. Solo la neuralgia me atormenta. Y cuanto más cansado estoy, más fuerte es el dolor y más a menudo aparece”, comentaba con respecto a su dolencia Rachmaninov, que no solo fue compositor, sino también pianista y director de orquesta.

A pesar de todo, tocar no era suficiente para Rachmaninov. Quería una cura más prolongada, por lo que visitó muchos especialistas en diferentes países y probó numerosos tratamientos a lo largo de su vida para aliviar sus molestias. Su afección empezó en 1910, cuando tenía 37 años, y empezó a sentir un dolor intenso en la sien derecha.

Sus molestias eran cada vez mayores y él las empezó a asociarlas con la postura que adoptaba mientras componía. Esto le llevó a ir dejando poco a poco la creación musical. Hasta entonces había creado 80 piezas (entre ellas su famoso y complejo Concierto para piano nº 3, de 1909). De ahí en adelante solo compuso 30 piezas más. En algún momento se sometió a una intervención quirúrgica con las técnicas rudimentarias de entonces y también probó terapias de electrochoque y hasta hipnosis.

No podemos dejar de preguntarnos cuántas obras maravillosas más habría podido componer Rachmaninov si hubiera tenido acceso a los procedimientos quirúrgicos de última tecnología con los que contamos hoy, como la cirugía de descompresión neurovascular, potenciada con las técnicas de microcirugía asistida por neuroendoscopia y neuronavegación.

En conclusión, la descompresión neurovascular permanece como el gold standard  para la neuralgia del trigémino. Esto debido a sus altas tasas de éxito, efectos más duraderos y bajas tasas de recurrencia en comparación con los tratamientos farmacológicos y de radiofrecuencia. Todo esto argumentado en sus bajas tasas de morbilidad, mortalidad, y calidad de vida después de la cirugía. Además, estudios recientes demostraron que la descompresión neurovascular es menos costosa, en comparación con el tratamiento médico a largo plazo.

La neuralgia del trigémino, así como otros dolores neuropáticos y sus alternativas de tratamiento neuroquirúrgicas, son algunos de los temas que tratamos ampliamente en nuestro libro “Neurocirugía para Pacientes” próximo a publicarse. 

¿Sabías que existe una cirugía para curar la neuralgia del trigémino? ¿Qué más quisieras saber sobre la la neurocirugía de avanzada? Escríbenos en comentarios o a través de nuestras redes sociales.

¿Te ha interesado este artículo?

_____________________________________________________

Créditos

Redacción: María José Lasso – Periodista.

Dirección: Dr. Juan Francisco Lasso – Neurocirujano. Quito-Ecuador. @neurocirugiadrlasso

Artes visuales: REACT – Estudio creativo ( Ver más AQUÍ).

Related Posts

Leave a Reply